Entender el cambio climático y sus efectos
El cambio climático, un fenómeno que ha acaparado cada vez más atención en los últimos años, se erige como uno de los retos más críticos a los que se enfrenta nuestro planeta. Este blog pretende ofrecer una rápida visión de los diferentes aspectos del cambio climático, abarcando brevemente sus causas, repercusiones y posibles soluciones.
1. La ciencia del cambio climático:
En esencia, el cambio climático se refiere a las alteraciones a largo plazo de los patrones meteorológicos medios de la Tierra. El principal impulsor del cambio climático contemporáneo es el aumento de los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), debido a las actividades humanas. Estos gases atrapan el calor en la atmósfera, provocando un calentamiento gradual del planeta, fenómeno conocido como efecto invernadero.
La contribución de los gases de efecto invernadero (GEI) al cambio climático se suele medir en términos de “forzamiento radiativo”. El forzamiento radiativo es el cambio en el balance energético de la Tierra debido a las perturbaciones causadas por los GEI. Se expresa en vatios por metro cuadrado (W/m²) de la radiación solar entrante.
Según el Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), publicado en 2014, se estimó que el forzamiento radiativo debido a las actividades humanas, principalmente la emisión de GEI, era responsable de aproximadamente el 100% del calentamiento observado desde mediados del siglo XX. En otras palabras, las actividades humanas eran la principal causa del aumento de temperatura observado durante ese período.
Esta estimación se basa en modelos climáticos y análisis de datos observados, y puede haber cierta incertidumbre en los cálculos exactos. Sin embargo, la comunidad científica en su conjunto está de acuerdo en que los GEI emitidos por actividades humanas son la causa principal del cambio climático observado en las últimas décadas.
2. Causas del cambio climático:
Las actividades humanas, en particular la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) con fines energéticos, la deforestación y los procesos industriales provocan un desequilibrio en el ciclo natural del carbono, intensificando el efecto invernadero y contribuyendo al calentamiento global.
La combustión de combustibles fósiles conlleva la emisión de cantidades significativas de dióxido de carbono (según 360 energy, la combustión de 1 kg de carbón bituminoso producirá 2,42 kg de dióxido de carbono), que se clasifica como gas de efecto invernadero. Estos gases tienen la capacidad de atrapar calor en nuestra atmósfera, instigando en consecuencia el fenómeno del calentamiento global.
Los árboles desempeñan un papel crucial en el secuestro y la retención del dióxido de carbono. Sin embargo, cuando se talan o alteran los bosques, liberan dióxido de carbono junto con otros gases de efecto invernadero al medio ambiente. Según WWF, la alteración o destrucción de los bosques contribuye aproximadamente al 10% del calentamiento global. Más allá de su impacto climático, la deforestación también provoca una importante pérdida de hábitat tanto para animales como para plantas. Las ramificaciones de la tala de árboles se extienden a factores que aceleran la extinción de especies. El proceso de deforestación conduce a la erosión del suelo, agotando sus nutrientes esenciales que sirven como fuente vital de sustento para diversos animales y plantas. Además, numerosas especies animales dependen en gran medida de determinadas plantas y sus frutos como principal fuente de alimento. El agotamiento de estos recursos debilita a los animales, los hace más susceptibles a las enfermedades y a menudo los lleva al borde de la inanición.
3. Impactos del cambio climático:
Las consecuencias del cambio climático son de gran alcance y van más allá del mero aumento de las temperaturas:
– Aumento del nivel del mar: El deshielo de los glaciares y las capas de hielo, junto con la expansión del agua del mar a medida que se calienta, provocan la subida del nivel del mar. El resultado es un aumento de las inundaciones costeras, la erosión y la pérdida de hábitats. Según el informe de NOVV, el nivel del mar ha subido unos 20 cm en el último siglo.
– Fenómenos meteorológicos extremos: El aumento de las temperaturas puede provocar olas de calor, huracanes, sequías y lluvias torrenciales más frecuentes e intensas. Estos fenómenos meteorológicos extremos tienen efectos devastadores sobre las comunidades, los ecosistemas y las economías.
– Alteración de los ecosistemas: Muchas especies luchan por adaptarse a los rápidos cambios climáticos. Esto puede provocar cambios en la distribución de las especies, alteraciones en las cadenas alimentarias e incluso la extinción.
– Acidificación de los océanos: Según la NASA, el aumento del 50% de los niveles de CO2 desde el inicio de la revolución industrial no sólo calienta la atmósfera, sino que cerca del 30% es absorbido por los océanos, provocando su acidificación. Esto perjudica a la vida marina, en particular a los organismos con conchas o esqueletos de carbonato cálcico.
Según la NASA, el Sexto Informe de Evaluación del IPCC, publicado en 2021, reveló que las emisiones de gases que atrapan el calor generadas por el hombre ya han elevado el clima en casi 2 grados Fahrenheit (1,1 grados Celsius) en comparación con los niveles preindustriales (de 1750). Se prevé que este calentamiento global supere o iguale los 1,5 grados Celsius (unos 3 grados Fahrenheit) en las próximas décadas, lo que afectará a todas las partes del mundo. La gravedad de las consecuencias del cambio climático dependerá de las futuras acciones humanas. El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero provocará fenómenos meteorológicos más extremos y amplios efectos perjudiciales en todo el planeta. Sin embargo, el alcance de estos efectos futuros depende del volumen total de emisiones de dióxido de carbono. Por lo tanto, reduciendo las emisiones, podríamos mitigar potencialmente algunas de las consecuencias más graves.
4. Mitigación y adaptación:
Los esfuerzos para hacer frente al cambio climático se dividen en dos categorías principales:
– Mitigación: La mitigación del cambio climático implica frenar la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero que atrapan el calor. Esto implica reducir las emisiones de fuentes primarias como centrales eléctricas, fábricas, vehículos y actividades agrícolas. Además, los bosques, los océanos y el suelo actúan como componentes vitales al absorber y almacenar estos gases, constituyendo un aspecto crucial de la solución. Disminuir y eludir eficazmente las emisiones exige una transformación integral de diversos aspectos de nuestras vidas, que abarcan desde nuestros modelos económicos y métodos de producción de energía hasta nuestras elecciones alimentarias, modos de transporte y pautas de consumo. El impacto de este reto tiene un alcance tanto local como mundial.
Abordar la reducción de las emisiones exige una re-evaluación de las estructuras sociales, los paradigmas económicos, los enfoques científicos y las estrategias políticas. Cuanto antes actuemos para reducir estas emisiones, más prometedoras serán nuestras perspectivas de futuro.
– Adaptación: Dado que el cambio climático ya ha alcanzado cierto nivel, la adaptación implica realizar ajustes para minimizar sus efectos negativos. Esto incluye construir infraestructuras resistentes, proteger las zonas costeras y desarrollar variedades de cultivos resistentes a la sequía.
5. Acuerdos internacionales:
La colaboración mundial es esencial para abordar eficazmente el cambio climático. Acuerdos clave como el Acuerdo de París pretenden limitar el calentamiento global muy por debajo de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, con esfuerzos para limitarlo a 1,5 grados centígrados. Los países se comprometen a presentar contribuciones determinadas a nivel nacional para alcanzar estos objetivos.
El 11 de diciembre de 1997, el Protocolo de Kyoto fue acogido como un hito fundamental. Su aplicación real, marcada por su entrada en vigor el 16 de febrero de 2005, fue el resultado de un polifacético proceso de ratificación. En la actualidad, 192 Partes participan activamente en el Protocolo de Kyoto.
En esencia, el Protocolo de Kyoto sirve de plasmación práctica de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Para ello, obliga a las naciones desarrolladas y a las economías en transición a asumir compromisos específicos en materia de limitación y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Estos compromisos están estrechamente alineados con objetivos individuales predefinidos. En cambio, la propia Convención insta principalmente a estas naciones a adoptar estrategias y acciones encaminadas a la mitigación, acompañadas de obligaciones de información periódica.
6. Acciones individuales y comunitarias:
Aunque los gobiernos desempeñan un papel significativo, las acciones individuales también son importantes. La conservación de la energía, la reducción de los residuos, el uso del transporte público y el apoyo a las prácticas sostenibles contribuyen a un esfuerzo más amplio.
El cambio climático es un problema complejo que exige una atención urgente y sostenida. Requiere una combinación de cooperación mundial, cambios políticos, avances tecnológicos y compromiso individual para tener un impacto significativo. Comprendiendo la ciencia, las causas y los efectos del cambio climático, todos podemos contribuir a forjar un futuro más sostenible y resistente para nuestro planeta.
7. Órganos del sistema de las Naciones Unidas que trabajan sobre el cambio climático:
- IPCC– Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático: El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es la principal organización internacional que evalúa el cambio climático. Creado en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el IPCC ofrece una visión científica clara del estado actual de los conocimientos sobre el cambio climático y sus posibles repercusiones medioambientales y socioeconómicas.
- UNFCCC– Secretaría (Cambio Climático de la ONU): La Secretaría de la CMNUCC proporciona conocimientos técnicos y apoyo organizativo a las negociaciones e instituciones de la CMNUCC. También garantiza la difusión de información precisa sobre la aplicación de la Convención, el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París.
- Fondo Verde para el Clima: El Fondo Verde para el Clima es un elemento del mecanismo financiero de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Su objetivo es fomentar y dirigir recursos financieros a los países en desarrollo, facilitando la aplicación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.
- PNUMA– Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente -Cambio Climático: Creado en 1972, el PNUMA es el principal defensor del medio ambiente dentro del sistema de las Naciones Unidas. El PNUMA actúa como catalizador, defensor, educador y facilitador para promover el uso responsable y el desarrollo sostenible del medio ambiente de la Tierra.
- UNDRR– Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres: La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres coordina y apoya los esfuerzos relacionados con la preparación y mitigación de desastres dentro del sistema de las Naciones Unidas. También aboga por medidas apropiadas para adaptarse a los riesgos previstos relacionados con el cambio climático.
- OMM– Organización Meteorológica Mundial: Se trata de un organismo especializado del sistema de las Naciones Unidas que coordina la vigilancia internacional de los patrones meteorológicos, incluidos los que sugieren un cambio climático.
8. Otras organizaciones importantes:
Greenpeace, organización no gubernamental de defensa del medio ambiente, opera en 39 países y está supervisada por un órgano de coordinación internacional con sede en Ámsterdam (Países Bajos). El grupo mantiene un estatus consultivo especial en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. Emplean métodos como la acción directa, los grupos de presión, la investigación y el ecocidio para promover sus objetivos. Sus campañas mundiales abarcan temas críticos como el cambio climático, la deforestación, la sobrepesca, la caza comercial de ballenas, la ingeniería genética y la lucha antinuclear.
Al abordar el cambio climático a gran escala, 350.org es uno de los mayores movimientos mundiales. Su principal objetivo es reducir los niveles atmosféricos de dióxido de carbono de las 400 ppm actuales a 350 partes por millón (ppm). La organización opera en casi todos los países y participa en diversas campañas. Esto implica acciones como oponerse a las centrales eléctricas de carbón en la India, detener el oleoducto Keystone XL en Estados Unidos e instar a la desinversión de los combustibles fósiles en las instituciones públicas de todo el mundo.
Earthjustice, organización de interés público sin ánimo de lucro con sede en San Francisco, se dedica a litigar asuntos medioambientales en Estados Unidos. Su representación legal se ofrece pro bono, gracias al apoyo constante de particulares y fundaciones. Su compromiso constante ha llevado a Earthjustice a recibir la máxima calificación de Charity Navigator durante diez años consecutivos, una distinción que sólo logran el 2% de las organizaciones benéficas.
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