Día Mundial del SIDA 2022
Cada año, el 1 de diciembre, el mundo conmemora el Día Mundial del Sida. Establecido en 1988, el Día Mundial del Sida fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Desde entonces las agencias de las Naciones Unidas, los Gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para luchar en determinadas áreas relacionadas con el VIH, siendo el tema de la campaña diferente en cada año. Este año el lema será el de “¡Igualdad ya!”, con el que se pretende hacer un llamamiento para que se reconozcan y combatan con las desigualdades que obstaculizan los avances dirigidos a poner fin al SIDA antes de 2030.
Desde la OMS nos recuerdan que el VIH sigue siendo un importante problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo, pero nuestra respuesta corre el riesgo de quedarse corta.
- De los 38 millones de personas con VIH, 5,9 millones que saben que son portadores no reciben tratamiento.
- Otros 4 millones de personas con VIH aún no han sido diagnosticadas.
- Mientras el 76% de los adultos en general recibían tratamiento antirretrovírico que les permitía llevar una vida normal y saludable, solo el 52% (media mundial) de los niños con VIH tenían acceso a dicho tratamiento en 2021.
- El 70% de las nuevas infecciones por VIH ocurren entre personas marginadas y cuya conducta a menudo se criminaliza.
- Si bien en general la transmisión ha disminuido en África, no se ha registrado un descenso notable entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres –un grupo de población clave– en los últimos 10 años.
Por ello, ONUSIDA nos indica que debemos comprometernos a:
- Aumentar la disponibilidad, la calidad y la idoneidad de los servicios para el tratamiento, las pruebas y la prevención del VIH, para que todas las personas reciban la atención que precisan.
- Reformar las leyes, políticas y prácticas para abordar el estigma y la exclusión a los que se enfrentan las personas que viven con el VIH, los grupos de población clave y las poblaciones marginadas, de modo que todo el mundo sea respetado y bienvenido.
- Garantizar el intercambio de tecnología para permitir un acceso igualitario a la mejor ciencia para el VIH, tanto entre las comunidades como entre el sur y el norte del mundo.
- Adaptar el mensaje «Igualdad Ya» para resaltar las desigualdades particulares a las que se enfrenta cada comunidad y promover las acciones necesarias para abordarlas.
¿Qué es el SIDA?
El VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana es un retrovirus que ataca al sistema inmunitario de la persona infectada. A medida que el virus destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia. La fase más avanzada de la infección por el VIH es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) que, en ausencia de tratamiento y en función de la persona, puede tardar muchos años en manifestarse. No todas las personas con VIH desarrollan SIDA.
El VIH ataca y destruye los células CD4 (linfocitos CD4) del sistema inmunitario que combaten las infecciones. La pérdida de linfocitos CD4 dificulta la lucha del cuerpo contra las infecciones y ciertas clases de cáncer. Sin tratamiento, el VIH puede gradualmente destruir el sistema inmunitario y la infección por el VIH convertirse en SIDA.
Fue el 5 de junio de 1981 cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos emitieron el primer informe oficial de lo que se conocería como la epidemia del VIH.
A finales de los 80, Michael Gottlieb, graduado de la Universidad de California, realizó un estudio clínico sobre el sistema inmunológico. Al analizar los registros médicos de los pacientes hospitalizados se encuentra con un paciente joven que sufre de un tipo raro de neumonía. En los meses siguientes, Gottlieb descubre otros tres casos con los mismos síntomas.
A finales de 1981 la enfermedad no tenía nombre, se hablaba de “linfoadenopatía” o sarcoma de Kaposi y otras infecciones. Es en junio de 1982 cuando comenzaron a surgir las hipótesis de que la enfermedad tenía un origen viral.
Durante un congreso promovido por la Food and Drug Administration (Fda) se propuso por primera vez el término “síndrome de inmunodeficiencia adquirida” para definir la nueva enfermedad. La expresión indica una enfermedad de origen no hereditario, pero que se repite a través de un mecanismo de transmisión desconocido, lo que conduce a una reducción de las defensas inmunes.
En 1982 se produjeron dos acontecimientos significativos:
- La primera muerte después de una transfusión infecciosa.
- El primer caso de transmisión materno-fetal del SIDA.
Se da cuenta de que no se trata de una simple infección, sino de una verdadera enfermedad mortal y fácilmente transmisible. Es en 1983 cuando el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se identifica como causa del SIDA.
En 1986 un comité internacional estableció un nombre para el virus del SIDA: de ahora en adelante, cuando se hable del VIH, se llamará “Human Immunodeficiency Virus”.
Cómo se transmite
El VIH se contagia a través del intercambio de líquidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales, y también se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto. No es posible infectarse mediante los contactos ordinarios cotidianos como los besos, los abrazos y los apretones de manos o por el hecho de compartir objetos personales, agua o alimentos.
Tal como recuerda la OMS, es importante tener en cuenta que las personas con VIH que están en tratamiento antirretrovírico (TAR) y han suprimido la carga vírica no transmiten el virus a sus parejas sexuales. El acceso temprano al TAR y el apoyo para continuar el tratamiento son, por tanto, cruciales no solo para mejorar la salud de las personas con el VIH, sino para prevenir la transmisión del virus.