El discurso formal e informal
¿Qué es un discurso?
Es algo más que pronunciar unas simples palabras en un acto familiar, social o educativo, parece algo simple, pero requiere de un protocolo.
Lo primero sería diferenciar el tipo de discurso que vamos a dar, pues no sería lo mismo unas palabras de agradecimiento en una boda o brindis donde el ambiente es distendido que un discurso formal.
Nos centraremos en los más comunes, por un lado tenemos el discurso laxo en el cual puedes mezclar humor e ironía y por otro el discurso pronunciado en otro tipo de acto o evento de carácter más formal.
Un ejemplo de discurso laxo sería un brindis en una boda, en cambio cuando se produce la visita de un Jefe de Estado o cualquier personalidad del ámbito que sea.
¿Cómo debe ser el discurso?
Para empezar debemos saber que todo discurso debe ser breve (no queremos aburrir al público), claro (no debemos usar palabras artificiosas) y entendible (que sea fácilmente compresible por nuestro público).
Es aconsejable que si el invitado es extranjero, contemos con un sistema de traducción simultánea.
¿Cual sería el protocolo para dar un discurso?
Si el acto es formal se suele ofrecer un almuerzo o cena en su honor y se realiza un brindis, normalmente tras los postres o cinco minutos después de haberse servido el café, tras el brindis llegarían los discursos.
En el discurso formal debe de ir de menor a mayor rango; es decir, primero hablará el representante de menor rango y en último lugar quien preside el acto.
La estructura del discurso será primero la bienvenida y agradecimientos, hablan los oradores (es recomendable no hablar más de cinco oradores por acto, pues no debemos cansar a la audiencia).
En el caso de que sea un discurso de brindis, hablarán los padrinos y posteriormente los novios, será una intervención breve, cariñosa y evitando la improvisación, no se deben chocar las copas, simplemente se levantarían a la altura de los ojos, se mira a todos los presentes y se bebe.
Es importante no brindar con agua, vino o cava; el origen de esta creencia se remonta a teorías de la mitología griega, por lo que algunas culturas consideran que proponer un brindis con agua era lo mismo que desearle mala suerte, pese a no existir fundamento racional o científico que avale la buena o mala suerte, si es cierto que esta superstición está muy arraigada en España y países latinoamericanos.
Por último, es importante la foto de familia, tras el discurso o brindis, se haría la foto para el recuerdo y archivo del evento.
Es importante que se haga en un photocall, con el logo de la empresa o con un logo del evento.