¿Por qué Afganistán ha caído tan rápido?
Desde que en mayo de 2021 Biden anunciara la retirada de las tropas de Estados Unidos de Afganistán los talibanes iniciaron una ofensiva para retomar el control total del país y su capital. Lo cierto es que hace tiempo que se sabía que los talibanes tomarían el poder, pero nadie había previsto una caída tan rápida del Gobierno afgano. No hubo una respuesta militar y las autoridades han entregado un control que se ha demostrado era ficticio. Algunas previsiones apuntaban a que esto sucedería en primavera o, siendo pesimistas, a finales de año. Más adelante ese pronóstico se ajustó a unos 90 días. Lo sucedido deja en evidencia estas previsiones de los servicios de inteligencia, así como el trabajo realizado sobre el terreno durante estos 20 años.
En un escenario tan complejo las causas de por qué ha sucedido así son múltiples. Cualquier aproximación debe partir de la particular idiosincrasia de Afganistán y su propia historia de lucha contra el invasor, así como su importancia geoestratégica para los principales actores del gran tablero mundial y su riqueza en recursos naturales. Aquí os dejamos algunas de esas causas de los acontecimientos que se han precipitado estas últimas semanas, las cuales son necesariamente reduccionistas por el formato, pero encierran una gran complejidad y muchas explicaciones debidas:
- Se ha fallado en la construcción de una autoridad efectiva sobre el país, lo que vino acompañado por la falta de popularidad y liderazgo de los representantes del Estado. Esta falta de legitimidad vino además acrecentada por unas elecciones en 2019 tildadas de fraudulentas.
- Los fondos no se han invertido en lo que era más necesario y el flujo de dinero no llegó debidamente a la reconstrucción del país y sí a las redes de corrupción.
- En el nuevo Estado se repartieron los cargos de un modo que no satisfizo a la mayoría pastún que entendieron que se estaba privilegiando a los tayikos.
- No se ha podido evitar ni controlar el cultivo del opio y su lucrativo negocio (Afganistán es el productor de más del 90% del opio ilegal del mundo y su comercio supone aproximadamente el 60% de los ingresos de los talibanes).
- Los talibanes también ganaron la guerra de la propaganda y la batalla de la narrativa.
- El avance solo pudo tener esta velocidad porque los señores de la guerra negociaron su salida y, por su parte, el ejército afgano no estaba suficientemente preparado ni motivado, además de la dificultad de luchar contra un discurso antiocupación que sí enarbolaban los talibanes. Es importante también comprender la desmoralización y el alto nivel de deserción del ejército para poder salvar las vidas frente a un avance imparable de unos talibanes dispuestos a todo y que por el contrario venían de una dinámica ganadora.
- Muchos de los señores de la guerra, facciones, tribus, familias y funcionarios han cambiado de bando para garantizar su propia supervivencia.
- Los talibanes tejieron acuerdos y pactaron rendiciones ya en mayo, con anterioridad a la ofensiva relámpago, lo cual les garantizó el paso sin resistencia.
- En teoría el ejército afgano contaba con la ventaja crítica de los aviones, pero la coalición siempre ha encontrado problemas para hacerlos operativos, lo que se acentuó con los ataques selectivos de pilotos por parte de los talibanes. Además la salida de la OTAN modificó la dinámica operativa de las tropas afganas, acostumbradas a actuar de modo combinado con las ofensivas aéreas de los aviones de la coalición.
- La deserción generalizada del ejército también tiene que ver con las duras condiciones que tenían que enfrentar, a veces sin comida y sin el cobro de sus salarios, así como la corrupción del ejército (valga de ejemplo el caso de los “soldados fantasma”, hecho por el cual los cargos responsables cobraban cantidades y asignaciones por soldados que en realidad no existían). Además los talibanes sobornaban a las tropas, las cuales incluso vendían sus armas.
- La retirada de los militares extranjeros puso en evidencia las disparidades dentro del ejército afgano. Además mostró que la preparación no fue distribuida por igual, afectando negativamente a las unidades de la periferia.
Como vemos las causas son múltiples y muchas veces están irresolublemente interconectadas. Repetimos que la situación es extremadamente compleja y el tiempo descubrirá más y mejores explicaciones. Sirva esta entrada como una simplísima introducción a este complejo tema en el que se entremezclan factores de diferente naturaleza en un país cuyas particularidades lo hacen especialmente difícil de descifrar.
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Etiqueta:Afganistán, Estados Unidos, OTAN, Talibanes