Mens sana in corpore sano: la piscología deportiva
En la actualidad la obsesión por el culto al cuerpo nos sobrepasa, todos entendemos que es importante la relación cuerpo y mente pero realmente, ¿sabemos su importancia? ¿Cumplimos con la máxima “mens sana in corpore sano”? Resulta evidente que nuestro estado psicológico afectará a nuestros resultados y es por ello que existe una disciplina, bastante desconocida llamada: psicología del deporte.
¿En qué consiste?
La psicología deportiva es una rama más de la psicología, que estudia “cómo, por qué y en qué condiciones los deportistas, entrenadores y espectadores se comportan de la forma en que lo hacen así como también investigar la mutua influencia entre actividad física y la participación en el Deporte y el bienestar psicofísico, la salud y el desarrollo personal” según el manual de Introducción a la psicología del deporte.
La psicología del deporte pretende dar respuesta a una serie de necesidades surgidas en el mundo deportivo como pueden ser:
- La asistencia psicológica individual a deportistas y grupal a equipos.
- El asesoramiento a entrenadores, profesores y preparadores físicos.
- Optimizar los recursos personales del deportista.
- Desarrollar técnicas de concentración, ansiedad y control del estrés.
«Las emociones son reacciones automáticas que nos ayudan a sobrevivir en nuestro entorno.»
La relación mente-cuerpo.
Están íntimamente ligadas, es decir, las emociones se forman en nuestro cuerpo a través de mecanismos biológicos liberando en nuestro cerebro diferentes neurotransmisores que se transforman en sensaciones corporales, como por ejemplo, tensión muscular, sudor, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria,…
Es fundamental entrenar cuerpo y mente.
Podemos llegar a la conclusión de que si el deportista goza de una buena salud psicológica se notará en diversos ámbitos, como en su nivel de concentración, estará mucho más atento, motivado y comunicativo.
Para alcanzar una buena salud psicológica deberá el deportista conocer técnicas que le ayuden a desarrollar su máximo potencial, entre ellas destacamos el autoconocimiento, la visualización y la relajación.
Cuando un deportista se lesiona su estado mental también se ve afectado, si no deja pasar el tiempo necesario para que esa lesión se cure no afectará sólo a su estado mental, sino a su estado emocional, es decir, pueden aparecer inseguridades que antes no existían: ¿y si no vuelvo a estar al 100%? ¿y si mi rendimiento se ve disminuido por la lesión? multitud de: “y si…”
Estos pensamientos afectarán negativamente al rendimiento del deportista, es por ello que se deben evitar pensamientos negativos, la ansiedad o la presión y debe trabajar en reforzar su autoestima, su autocontrol, su diálogo positivo interno y sus creencias.
El deporte y la mente son una relación bilateral, es decir, el deporte es una vía para el aprendizaje emocional, los deportistas que manejen esta competencia, mejorarán notablemente su rendimiento deportivo.